miércoles, 13 de marzo de 2013

Una vida en globo, una vida en rojo

No quiero que me protejan de los daños ni de los años, nací en un Febrero atípico por ser de isla y hay días que el espejo me tira historias a la cara y yo me río y le digo : ¡ cariño la distancia es un estado mental !
Esos fin de semanas que dan el comienzo a tu vida, nada de dramas, nada de exageraciones en estas novelas del alma, solo hablo de sencillez, de fotografías, de cartas, que cada uno le de la intención que quiera según el nivel de intensidad en el que viva. 

No quiero perderme entre objetos que se guardan en cajas de aeropuertos, pero si quiero ser un aeropuerto, una terminal de tu corazón... Pasó la navidad y un verano existencial, pasó esa pesadilla horrible y seguimos vivos, qué éxtasis saber que el gris no puede con estos corazones de versos. Y qué pase Abril sin aún haber llegado, para que la primavera haga contigo lo que la distancia hace conmigo ¡alzarme! ¡dolerme! ¡no ganarme! 

No quiero hablar sin sentirlo, y te escuché con una mirada, con estas dioptrías de más y no quiero sin más analizar este echar de menos queriendo echar de más. Jugamos a crecer juntos, a compartir igual pero desnudando las bocas, sin querer conocer el futuro ¡esta vez vamos a dejarnos de mañanas, de planes de cuándo sin el dónde ! Hay quien es gato, hay quien es polar, hay quien solo quiere estirar el tiempo para volver amar...

Y llámame necia y loca a la vez, y llámame casualidad mientras me tiras del pelo y me esperas en una estación, llámame azar y tímida, pero llámame... No voy a prestar atención a estas bromas del destino, mejor aún me las voy a tomar con ron, y entre hueco y hueco nos las nos emborracharemos juntos y sobretodo nos llamaremos como si los ojos estuvieran cerca aunque estén lejos.
Conociste mis chillidos entre confesiones de tardes normales, y ¡de repente! me equilibraste en este fondo de armario tan atlántico, tan real y fuiste cortando con cristal la presión, las etiquetas, y pusiste en mi el miedo, pero esta vez lejos muy lejos...Y volvió mi suspiro, mi droga sin adulterar, las guerras civiles con caras juveniles, y volvió yéndose, volvió gritándome, como si se fuera pero entrando, como si luchara pero a la vez se recompusiera, y me llamó huida cuando ya no le quedaba casi tiempo, y me llamó y me sentí de nuevo compuesta. 

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