jueves, 22 de noviembre de 2012

Pellizcos y circunferencias de sentimientos


Un pentagrama de vivencias juntas, seguidas, enlazadas, sin programar... esta vez no invite a nadie a una copa y entro sin ser llamada a llevarse a personas de mi vida, desde fuera, en la estratosfera escuche los gritos de aquellos a los que el corazón les latió al mismo ritmo que el mío, esta vez fue una vuelta sin un hola, esta vez trague el adiós entre vivencias agridulces, cabeza alta, sin ralla del ojo y abrazos a montones.
Llorar tequila e ingerir realidad sin limón, sin sal, enfrentarse a las cicatrices sin tiritas, adelante, seguir sin que nadie te tenga que empujar, porque al río no se le puede empujar...

Descolocada que no cuerda, como si los super héroes esta vez no quisieran salvar mi mundo, carteles con luces que me gritan en las noches de frío y hojas en el suelo. La sangre, la lealtad, y todas esas leyes naturales que se intercalan en cada bocanada de aire fresco, en cada replanteamiento de nuestras vidas.
Desde la undécima dimensión camino con botas de invierno y camisas de cuello, levantando la tempestad desde mi almohada, cada día más cóncava.  
No utilizare el adiós para decir adiós ni lanzaré flechas al arco del despido, percibiré la fuerza que dejaron en mi y las virtudes casi poéticas que ingerí desde que nací, débil me escondía bajo escritorios con 7 años, ahora me subo al escritorio, lo pataleo, lo lloro y siempre de forma poética vuelvo a la estabilidad, al igual que los árboles se llenan de hojas, es el lenguaje de la vida que me hace repetir mundos antiguos para comprender la representación tan abstracta que el karma o su descendiente está mandando.

Y al otro lado de la ciudad soñé montañas con bosques, y dormí queriéndome despertar al lado de la música que calma las vidas, y me pedí caminar descalza a ver si así la espalda perfecta me sostenía a base de versos con hilo, y en un visto y no visto, volví a ver, a mirar, a descalzarme ante la niebla queriendo que mis jardines estén poblados de manos largas y lazos rojos, de aire en superficie y de asfixia por la espera que llega, que siempre llega. Un asiento vació en el avión me hace pensar en los profetas que no previeron esta lluvia de edredones y hojas de otoño que caen como los bolos de los bulevares. De fondo las olas y las bocas, de cerca las frutas que dejan las miradas, como si fuera primavera en invierno, siendo ciertamente otoño. Soy chica de nombre corto y toboganes largos, me reúno con la nostalgia a menudo y puedo vomitar mariposas del miedo. Los bancos de las plazas enseñan todo sin saber nada y yo que no voy a ningún sitio siento que es infinito ese ventanal que se abre cuando pienso en fotos en blanco y negro en un salón, cuando confío en el destino que planea ante estas manos pequeñas y rimel resistente. Esto parece un fenómeno que solo se declina ante corazones concretos, sin ruegos y sin misas te rezo en silencio, como un afán por la vida, depositando mis horas en tus horas, entren y vean, aquí se encuentra ubicado el mapa de mi corazón moldeable con guitarras y caricias.


jueves, 15 de noviembre de 2012

desprogramar

Qué valores no debe de perder una persona, es una de las preguntas que el senado de las almas no se cuestionan ante tantos diputados que juzgan el pasado y presente de los seres dimensionales...
Qué personas no se deberían perder nunca, otra de las preguntas que debería tener repuesta fulminante, una serie de nombres, una serie de almas, una serie de carpetas intocables que archivan nuestra vida por fascículos que ganan temerosos a las ráfagas de nostalgia. 

Y tu karma, y tus recuerdos, y los míos congelados con una copa de vino, pasando llamadas y tosiendo melancolía, y hay valores que no se deberían perder. Aeropuertos e independencia dependiente de las sonrisas que sonrieron cuando más dolor había y qué maldita estaba aquella última copa que me cobró la entrada a una noria donde no se baila por parejas.  Y cuando llego el desastre escondí todo el lastre personal, hay quien avisa cuando va a matarte, otros sin embargo disparan y no apuntan, y no te matan.

1,2,3, reinició, me abrazo, nieve en un sol isleño, el mismo corazón de playas, Navidad roza la piel y quisiera que fuera una estrella fugaz.... 4,5,6 tirar de la cadena y ver que tus valores siguen intactos, tu pirámide del dolor no ha derribado la novena dimensión, ni el karma, ni todas esas creencias ubicadas en desubicados lugares. 
Pantalones pitillo, con corazones acampanados, violines y voces agudas, no hay teatro ni función que supere la realidad.

martes, 6 de noviembre de 2012

constantes vitales

Dos palmadas y vuelta a la realidad, pensante de cosas sin sentido y con diabetes debido a besos clandestinos. Entro en el bar y pido una de imaginación porque la otra noche me pedí una de realidad y me sentó muy mal. Perteneciente a una isla en medio del atlántico, mi corazón se creo por islas y no por el capitalismo de noches frías ¿ qué me vas a pedir que te de si mis raíces están en un mar que desconoces? Estilo libre con caída más libre aún, me entregue en cada experiencia y viví días borracha adelantándome a las tempestades, cuando llegaban ya yo estaba en Babilonia y las invitaba a la tercera copa.

Soy de esa especie que valora la alegría y el saber caminar sobre salinas desconocidas, soy de ese comité que vota por el entusiasmo y motivación, como ya se puede deducir soy de esas almas que no piden caridad  humanitaria pero que se enmarquen los valores en cuadros de habitaciones repletas de vestidos de fiestas y pijamas desgastados...

La vida me da cal y arena cuando lo que quiero es mar, espadas y cruces, pasado y recuerdos, nostalgia y vida, música y crecimiento interno. No me gustan los ojos fríos en los que no se percibe el buen cambio, la vida es como una habitación llena de zapatos de fiesta, hay que elegir con tiempo que zapato vamos a estrenar para cada fiesta, sabiendo de por sí que el primer día nos harán daño pero ¿te digo una cosa? eso nos hará inertes.

Amuletos que se escribieron en cuadernos sucios y se guardaron en cajas, mi vida escrita a base de vivencias y antiteorías, he avanzado escogiendo las diversas opciones, he planeado y he soñado, no te escondas porque seguro que tú también lo habrás hecho.
Corto y cambio escucho desde el piso de arriba, cambio y corto le respondo desde el piso de abajo, jugando a cambiar las ubicaciones del alma pero recordando a cada paso lo que fui y las bombillas que encendí cuando no vi . Batallas enlazadas