sábado, 28 de enero de 2012

Desayunando vida


Me atrevo a decir que el mundo no ha cambiado en nada, me arriesgo a pronunciar que lo que cambian son los valores. Siempre ha existido maldad, necesidades y penurias.... Sin embargo hoy en día la gente fue exiliada de su propia memoria, de sus propias raíces y de su por venir. Crisis de humanización del corazón humano, llamas sin luz, quejas sin respuestas y sensación caótica, esas parecen ser las descripciones de esta etapa que nos está tocando vivir. La venda hay que tenerla guardada para cuando la luz haga daño y que los tiempos corren pero que debemos recordar lo que somos y lo que siempre hemos querido ser queriendo como queremos, percibo que aquellos que tenían sueños hoy se encuentran perdidos entre ciudades sin entregar amor y recibir menos aún...

El mundo está sujeto con un trípode, seamos compañeros del, del tiempo y los paisajes de este. Que no olvidemos lo que queremos ser, que saquemos el valor que tenemos para llorar de nostalgia, para salir adelante , para amar la belleza de esta vida , que la tiene, que no olvidemos que somos esa chica que pasea por la ciudad maldiciendo nombres que huelen a dictadores pero que buscan los rincones con luz para seguir soñando.

Levantemos la mirada, que el niño no lo fuimos solo en fotos. Ajustarnos a una realidad pero sin amargar el sueño que siempre hemos tenido. Que lo de hoy no empañe al ayer porque quien supo disfrutar de calles con niños y puertas abiertas sabe lo que estoy queriendo explicar. Ahora la gente se ha vuelto extremadamente racional y rutinaria sin dejarse llevar casi por las locuras inusuales o los pensamientos impulsivos que dan lugar a gestos envueltos en buenos actos. La nostalgia es particular de cada ser, esa rabia de no solo querer parecer lo que éramos sino que lo seguimos siendo porque mi corazón se sigue volcando por lo mismo e incluso más, solo es el ambiente este caótico que a veces empaña todo por las noticias sangrientas, eso es lo que yo le noto al mundo en si , que se está empañando y no deja de bostezar.

Y estas palabras vienen derivadas de que lo que somos no es solo del día actual sino que en otros tiempos nos llenamos de ser y más ser y que gracias a ello hoy seguimos amándonos, entregándonos y querer dar para que las oscuridades ni se noten, que los errores son más que humanos, y que es de orgullo tener y susurrar que tenemos miedo a veces del futuro, pero que detrás de todo eso están las miradas que nos hacen recordar todo el ayer con puertas abiertas, aires de verano y sonrisas que son a día de hoy lo más correcto que me ha pasado.