jueves, 3 de febrero de 2011

momentos en la ducha


Entras al baño, y mientras te vas quitando la ropa, te ves frente al espejo, es como si el día que ha pasado voltea en las esquinas del espejo. Te recoges el pelo y sientes como algunos pelos se quedan fuera del recogido, se mojarán, con la misma rápidez que se secarán.
Colocas la toalla y la ropa bajo ella.
El agua se calienta, los pies frios son los primeros en sentir ¡cómo quema!, los pelos se te ponen de punta y recorres todo tu cuerpo con el agua calentita. Prosigues a coger el jabón, el jabón que has elegido en el supermercado, recuerdas cuando lo escogiste porque oliste varios y ese fue el que mejor olia, qué rico es como si te bañaras en perfume, y qué espuma tan acolchada, que haga mucha espuma mucha...
¡Coño! Qué frió no? el agua toda caliente y el champú/gel congelado, debería existir un calentador de champú , a qué si?
Mientras te pones y te quitas acto seguido el champú u otros potingues, piensas, o cantas según la hora y el día, cuando cantas, te crees la reina de la ducha, cuando piensas, puedes hasta llorar bajo el grifo...
Esos momentos en la ducha con ganas de que abran la puerta y te capturen a abrazos calientes entre tanta niebla de vapor. ¿ Has probado hechar humo con el vapor?
Con el pelo medio mojado, ni te ves en el espejo, entonces se te ocurre la gran idea de hacer un dibujo en el espejo, le da un toque al baño personal. Te ries de ti misma. Te secas, te hechas la cremita también con buen olor, te cepillas el pelo, y te vistes. Abres la puerta y el humo sale.
Mañana volveremos a ducharnos!