jueves, 31 de mayo de 2012

y al oeste París entre tus manos


La guitarra lloró estelas de colores mientras saboreaba con matices la astucia de sus manos en mi espalda. Se perdieron la emoción de tus miedos y los míos, se fusionaron haciendo uno.
Y las lágrimas de vidrios punzan la barriga llena de cerveza mientras el aire frena para dar paso a un verano de vaguedades del alma. 
Y vuelves a cerrar los ojos y vuelves a volar mientras el si sobrevalora al no, mientras la razón es juzgada  por tu desmedida esencia salvaje. Al fondo de la habitación tus pasos aniñados hacen de tus fotografías monumentos apoteósicos llenos de hormonas y misterios. Me das la mano en una noche donde el agua sube en vez de bajar, donde el cielo se parte en 4 con tus 10 dedos llenos de amor no regalado, me pierdo en ti sin tu saberlo...

Ven, ven, susurraste con melodías del alma mientras yo te contestaba con un: ¡demos la vuelta a París por el oeste!. Volvimos a ver auroras boreales desde la barrera de un corazón programado para emocionarse, programado para acariciar sonidos de experiencias compartidas.

Ven, ven, volviste a susurrar, a lo que yo te respondí con una balada y un café mientras te tocabas el cuello con tus estímulos estrafalarios... 

miércoles, 9 de mayo de 2012

de carácter muy suave


Es como si una pluma muy suave estuviera constantemente detrás de mi oreja derecha, susurrándome que nos vayamos a los jardines de Babilonia. El cuento de una pluma tatuada detrás de mi oreja, el cuento de chica convertida en pluma imaginaria, como quien baila en el tapiz más pulido dejándose la cordura.

Posada como un dedal queriendo evitar la pólvora, queriendo evitar una garganta que habla, queriendo evitar convertirse para siempre en la chica de la pluma. Escrituras a horas rodadas, maquillada sin ir al baile, canciones con aire fresco, nicotina sin género, imaginaciones mojadas...

Fugitiva entre los dientes escogió calentarse al aliento de los placeres sofisticados, como una pluma detrás de una oreja derecha que recuerda los callados elogios desmedidos, que recuerda la danza que bailan sus lunares...

sábado, 5 de mayo de 2012

al fondo mi galería del alma


Y entre manos de asfalto mi cabeza se ha girado como una muñeca a las que se le da cuerda, no sé si tú, yo, los videjuegos de vida o el karma de la noche, ha producido en mi ésta avalancha de tic-tacs.
La nostalgia le ha hecho una embaucada a mi última cerveza, en mi bolso solo quedan dos cigarros de infames suspiros, decido encender uno y en la última calada mis ojos se adjuntan a los tuyos. La calle está fría, mi alma mojada y tus pantalones bajados, sigo queriendo más cerveza, sigo queriendo más caladas de pura locura, de pura perversión.

He comprado un nuevo disquetes para la videocámara, he grabado mientras los niños se hacen pronto hombres y a las niñas les duele hacerse mujeres, me he tatuado la religión de la revolución en mi piel y de fondo escucho como tus palabras secretas me dicen :"my darling"

No existe el egoísmo en este reloj de 3 palos, solo la perseverancia de saber que tus locuras se solapan con las mías, eres tú, soy yo, somos sin serlo más allá de este viernes de olor a carolina herrera, este viernes de opciones no ubicadas, de etiquetas mentales, de ti sin mi. Si me conoces debes saber la seguridad que me da el lado derecho de mi cuerpo, al lado el izquierdo me cuida constantemente al saber que soy su mayor fetiche.
Batidamente configuro todos tus programas y volvemos a caminar hacia la playa sin nombre, tu silueta perversa se clava en mi iris, tus manos vírgenes hacen que las olas lleguen a la culminación. Prueba superada, camino hacia un lado viendo en círculos como el mar me sirve de espejo, me sirve de llave.... Llego a casa teletransportándome, el olor a cigarros mágicos invaden la casa de estas almas opacas, todo está en su sitio menos tú, menos este frío de Febrero el cual hace recordarme que esta habitación de cuatro paredes reina por lo que siente, por sus ingredientes, por lo que omite y disimula.

martes, 1 de mayo de 2012

de cristal inoxidable

Abrazas la vida con zapatos de cristal, tienes los pies llenos de ampollas de caminar sin protegerte, arriesgas tu corazón dándole patadas con tus zapatos, esos de cristal. Estás sentada en tu butaca la cual también parece ser de cristal, viendo como tu yo interior interactua por ti en los momentos que menos te gustaría hacerlo, laten tus piernas.
Marcas pasos firmes con tus tacones de amatistas, laten tus pensamientos a ras de suelo, a ras de calle, a ras de una realidad que es de todo menos utópica y de cartón.
Tíldame de taconear en tu alma, tíldame de pensar con tus zapatos porque tu mente no puede, tíldame de loca que es lo que siempre has pensado que soy.
Y la noche cae sobre mis zapatos negros esta vez cubiertos de promesas soñadas en una noche donde París quedo lejos. Llorar con los ojos llenos de vidrios, querer correr hacia la nada y abrazarte a ella, ver desde las afueras de la ciudad que nada pasa, que todo está en el corazón de tus zapatos, que desconsolados lloran un suelo lleno de el equilibrio que todos anhelan conseguir.

Pintando las aceras volviste a mirar mis pies, yo mire tus manos en la distancia sin saber nada, el sentimiento común palpado en el ambiente era el de no estar a la altura de unos tacones que ya de por si dan la altura, porque como en la vida lo verdadero está en la esencia, no en la altura de unos tacones que se quedan a medias.

Tocan en la puerta, llaman al teléfono, el despertador suena, la batería del portátil se acaba, el agua caliente se agota, pero esta fuente de sentimientos acongojados no descansan no cesan ni en el murmullo solitario de los soles de un abril que ya se bajo, que ya se fue.