Una especie de mariposa con más alas coloreadas que los arco iris de Camboya, así te imagino sin razón. El corazón apretujado en unas manos con alambres y sin piedad, un mundo que gira a bandazos de ironía y cinismo y al fondo tú....
Sin poder escribir ni hablar, solo viendo el arco iris programado para despejar dudas y dolores.
La huida necesaria está en tus manos, a día de hoy el espacio terrestre está sumergido en una continua nebulosa de egoísmo y negación de la realidad, se olvidan de las palmeras de Hawaii y de las playas de Belice, hundiendo así vidas a base de tempestades inoportunas.
Cuando los eclipses son de color rojo y ciegan al resto, cuando queremos perder la cabeza y escalar bajo los impulsos que no nos pertenecen.... Cuando Hawaii queda muy lejos y aquella caricia muy cerca, cerca de la imaginación y de la comprensión del querer soñar sin más. Sin saber donde ubicarnos con tres cervezas en la mano y un bolsillo vacío de hipocresía, reventar la noche a sonrisas sin rabia, llegar al equilibrio de la chica de los bares y los cigarros de colores. Aquí donde un mar calma las penas que se pierden en los atardeceres mas intrínsecos...
Yo que camino entre los relojes de arena y te imagino en mi mar, publicando mis miradas invisibles y mis ganas sin estilo, de un mes de febrero soy sin más y con todo. Creo que voy perdiendo monedas en cajetines cuadrados y llorando a solas en los bares de música alta, viviendo con todas las de la ley pero juzgando a esas leyes naturales que no persiguen el equilibrio ¡joder basta ya! entra en este bar sin salida y bébeme a mi, ya me olvidaré yo de no volver a recordarte y querer dar los pasos sobre ti.
Mi voz me grita en sueños que estoy bloqueada y que esta espiral de daño reventó de mala forma sin querer cerrar páginas que están muy escritas ya.
En mi reinado hoy hay ojeras azules y habitaciones pequeñas, melancolía y pasillos largos, profecías y nieve mucha nieve....
La nieve podría ser catalana, aunque sea con agua. A veces lo mejor de la vida es que tu madre tierra te deje serla infiel con un escondite en el que perderse.
ResponderEliminarAquí tienes un escondite maravillosa y a unas espartanas encantadas de poder compartir tus sonrisas.