Inéditos, somo inéditos, fluímos como las constelaciones en noches de verano. No dejamos de respirar ni un segundo, nuestro músculo protagonista sigue latiende colgado de los decorados de nuestra vida, un subi y baja, como esa noria de la feria. No recortamos las emociones con tijeras afiladas, las impulsamos, las inflamos , las afloramos para seguir con picardía, sin ella nada sería lo mismo. Hemos de tener ese punto de misterio, de senxualidad que nos haga ser chispeantes, debemos emocionarnos con nuestro cuerpo a cual cascada después de la lluvia. Mezclamos sensaciones, con emociones, con pasiones, con impulsos y nos sale una capa efímera de vida inalcanzable... No solo somos cuerpo y fachadas, somo almas que no quieren andar en la pena, somos almas llenas de vida, de ganas y de motivación. Por respirar en mañanas de lluvia y pensar llegando a sentir, removiendo todo por dentro, volando a cual colibrí... serenos en la tranquilidad de nuestro cuerpo, en la tranquilidad de miradas con sabor a cafe con azúcar. Dejar las sombras a un lado ... soy lo que ves y más y más... ¿ quieres entenderlo ?
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