jueves, 7 de noviembre de 2019

Las flechitas hacia Urano, la vuelta al Sol.


                                                 



Era de noche en aquella manera de mirar, parece de locas aquella manera de caerse, desde hace algún tiempo imagino que si alguien llora muy fuerte para un lado después tiene que desayunar limón y naranjas, por eso de yo no poder hacerlo, por aquel informe médico donde dicen que no coma cítricos. El silencio es un hueco largo lleno de pensamientos color jazmin, el silencio es como una madrugada llena de fotos, el silencio no reposa sino que se rebosa en nosotros:

Debajo de la marea hay aletas rotas, la mía debe ser roja y también flota, 
con este ritmo interior me dibujo mis imperios mentales,
cálido pensamiento de volantes, 
voto en los soplos de la infancia, 
leo tanto el horóscopo como la distancia,
mira que puñado de lágrimas emerge en este pueblo, 
tengo a algunos muy lejos detrás de aquellos molinos del alma, 
esta isla es un nombre en si misma, 
las sábanas blancas son como un imperio de sal, 
esta isla es mi línea de la mano mi rosario sin religión,
ya sabe usted que aquí abajo la orilla es un círculo sin meta,
no me tienen que ir detrás para decirme un qué tal,
tengo un lado del corazón con seda y soda,
boca bajo pienso más de frente,
como si nunca hubiese probado el lodo, 
aquel cubo lleno de nubes es mi agÜita fresca,
ahora que el pueblo ha sacado sus lobos, 
ahora que la mejor llamada es la que no está paga, 
siguen los incendios sin quemar toda la brasa de aquella hoguera, 
la coleta y la trenza, el colorete y los 30,
la lucecita en mi sien al final de la libreta, 
adivina adivinanza qué es todo lo que llevamos en nuestros asientos, 
destreza y limones para estos corazones, 
la cabeza en lo alto como un ascensor que llega a la riqueza,
que no es otra que esta que nos da rumbo ante la flaqueza del que cerca su desdicha, 
añórate cuando no te escribas, añórate cuando la lava no te haga cosquillas, 
y es que chiquitita tú eres como la alegría de las veces,
de las voces y de los vasos que alzamos al aire, 
sigue siendo reincidente planetaria con bolsillos mortales,
aire y espacio, creencia y fe, constante y latente,  
seguirá siempre siendo verano en la flechita que va hacia Urano.   


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