jueves, 15 de noviembre de 2012

desprogramar

Qué valores no debe de perder una persona, es una de las preguntas que el senado de las almas no se cuestionan ante tantos diputados que juzgan el pasado y presente de los seres dimensionales...
Qué personas no se deberían perder nunca, otra de las preguntas que debería tener repuesta fulminante, una serie de nombres, una serie de almas, una serie de carpetas intocables que archivan nuestra vida por fascículos que ganan temerosos a las ráfagas de nostalgia. 

Y tu karma, y tus recuerdos, y los míos congelados con una copa de vino, pasando llamadas y tosiendo melancolía, y hay valores que no se deberían perder. Aeropuertos e independencia dependiente de las sonrisas que sonrieron cuando más dolor había y qué maldita estaba aquella última copa que me cobró la entrada a una noria donde no se baila por parejas.  Y cuando llego el desastre escondí todo el lastre personal, hay quien avisa cuando va a matarte, otros sin embargo disparan y no apuntan, y no te matan.

1,2,3, reinició, me abrazo, nieve en un sol isleño, el mismo corazón de playas, Navidad roza la piel y quisiera que fuera una estrella fugaz.... 4,5,6 tirar de la cadena y ver que tus valores siguen intactos, tu pirámide del dolor no ha derribado la novena dimensión, ni el karma, ni todas esas creencias ubicadas en desubicados lugares. 
Pantalones pitillo, con corazones acampanados, violines y voces agudas, no hay teatro ni función que supere la realidad.

1 comentario:

  1. y cada día diferente, a veces, sobrepasando todas y cada una de las expectativas...

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