Las tardes tirada en cama esperando a que mi otra gaviota entrara por la puerta e hiciera de mis paredes arco iris explosivos, así era y así es, cada vez que ella entra en mi cuarto de camas apetecibles hace que mi pared derrumbe mapas erróneos o huracanes provocados... He sabido que caminos tomar muchas veces gracias a sus manos indecisas e inamovibles, he sabido que el sol sigue fuera por las noches hablando en voz baja, he sabido que hay agostos gélidos cuando a mitad de noches de verano el fresco entra por la ventana, he sabido que mi vida se ha conformado gracias a los instantes vividos con amor y dedicación. Comprendí que el mundo es sentir en la barriga mil sensaciones distintas al leer un buen libro, he querido disfrutar de mis borracheras con sonrisas y llantos de vida.
Una de las sensaciones que no cambiaría por nada es la de ir en el coche mientras la radio reproduce las canciones de nuestra vida.
En la parte derecha de mi hombro tengo tatuada la ilusión porque cuando nací la mame en grandes dosis, la derecha supone para mi el camino hacia delante, hacia el futuro incierto, hacia los sueños que todo mi hemisferio izquierdo quisiera vivir, el izquierdo me recuerda a ella.
Soy soñadora, pasional y amante de lo que hace girar mi mundo, siempre con ganas de avanzar de conocer y de mantener con lealtad y honestidad lo que para mi me ha creado, porque somos cuerpo y carne compuesto por lo que los demás nos han aportado, quedándonos con lo que nos ha hecho ser mejores personas y aprender a dejar de lado la apatía, a no ser terco...
Los sueños que nos propusimos una vez mientras dormíamos son la tinta del hoy....
¡Qué lindo ver nuestros sueños hechos realidad! ¿Cierto? Linda entrada y lindo blog.
ResponderEliminarBesos agridulces *-*
Melodías agridulces, es un placer tenerte por aquí. Ya iremos conociendo más sueños una de la otra. Un beso desde una butaca de cristal.
ResponderEliminarLa ilusión es un bien que debe protegerse,
ResponderEliminares además, un remedio,
pues allí donde todavía podemos salvaguardar la ilusión no nos vence la miseria, ni nos pesa la nostalgia, ni nos dañan los fracasos...
Pero ay de los fracasos, que se van amontonando, y es que la ilusión tiene un peligro en el mismo lugar de su virtud, pues lo mismo que nos puede salvar con una huida (en busca de algo mejor) de un camino de perdición, puede ser en si mismo una perdición, convertida en una huida permanente.
Sin duda la ilusión es un bien que debe protegerse, y entre esa protección medir la realidad y la utopía, no perdernos entre perfecciones inexistentes y almas no ilusionadas, vivir con ilusión básicamente protege nuestra vida, encantada :)
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