A veces nos levantamos con ganas de revolucionar nuestro cuerpo y así lo siento yo:
Deslizarnos por la piel de aquellos que amamos, sentir el olor mas puro que existe. Sentir como tu piel se queda en nada en la oscuridad, y es que como dice Ana Torroja en "Cueros no hay donde esconderse". Miradas de colores con brochas gordas, salpicas mi cara y me hundo en la mágia de tus manos, en la mágia de tu pelo...
Cómo siente el humano, cómo siento yo que pertenezco a la especie. Vuelven las manos a unirnos en camas ¡¡ qué sito, la cama!! No quedan sábanas, no queda miedo.
Queda el ser, queda el humano en todo su conjunto sintiendo, siempre sintiendo ¡¡ Qué grande, Qué grande !! Tócame el piano lento, muy lento, abrazarnos hasta sentir lo abstracto. Acariciar a media noche en silencio, mientras tus latidos hablan por si solo ¡¡ Vuelve a acariciarme!!
Volver a mirannos hasta quedarnos ciegos. Qué miradas podemos llegar hacer, hacer y más hacer.
Me vuelvo a deslizar por mi propia espalda sintiendo como se estremecen los músculos y mis manos se unen formando un libro de historias. Cómo no voy a sonreir si mi cuerpo vibra con cada emoción.
¿Quieres que te toque el piano? No se tocarlo pero si sentirlo , quiere el humano tocar todo lo que consigue.
Y si mi cabello se pusiera de punta formaría una piñata de sensaciones. Moviéndonos al comps de la respiración. Escribimos la historia sin letras, y los que ganan escriben la historia a lo grande, escribe mis manos de poesias viejas, escribe mi barriga con música, escribe mis labios con los tuyos.
13 de mayo, 2010. SAP
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