lunes, 13 de abril de 2020

31 días con nosotros.

Después de un mes confinados seguimos conjugando verbos mentales que rimen con libertad. Después de afirmar mentalmente que la cuarentena puede durar 60 días, 60 más uno, más dos y tres en tiempos de reflexión, de la nada y del todo, de lo que queramos elegir sin que sea impuesto, impuesto acatado el de no salir, ese si.
Tenemos ahora que salir en nosotros, darnos una vuelta por el bar de nuestra mente, pasear por el parque de nuestros recuerdos, ir al supermercado de nuestros logros y fracasos, caminar sin rumbo por las arterias rojas de una noche de primavera, abrigarnos cuando el viento sople en ese banco de la mirada perdida hacia “qué pasará después de esto”, acariciarnos el cuello mientras observamos como nuestros pies imaginan la orilla del mar, mover la cabeza de lado a lado mientras el pelo nos cae en la cara del hoy, mirarnos los labios mientras dicen te quiero en la línea fina de los planos de la casa hacia todas las casas que quieres, pestañear sin marearte al verte llorar por la vulnerabilidad que no hace diferencias y excava más la brecha ya vulnerada, aplaudir y llorar sin saber por qué mientras el cielo se hace nuevo, mientras nosotros nos hacemos un poquito más pequeños ante la inmensidad de las estrellas que siguen brillando cada día, pasear hacia los trabajos imaginarios por tus piernas mientras todos vamos precipicio abajo llegando al mar, es verano, la noche más corta del año, volveremos a pasearnos fuera de nosotros, pero ahora tenemos que caminarnos, tocarnos por dentro, la oportunidad impuesta de no tener que hacer nada ‘para’ sino por ‘todos’ nuestros lugares interiores que se alegrarán de conocernos un poquito mejor.
📷Le saqué esta foto a mi amiga en las Dunas de Maspalomas en un otoño mental por ser esto Canarias.

viernes, 3 de abril de 2020

El cielo no tiene tos.


Una tecla y el mundo ha dado error 404
un virus dando tos a un mundo entero
tápese la boca
lávese las manos
vea morir a los de las casitas que construyeron aquel país
llore con vino
salte casi al mar desde su ventana
emoción con aquella canción
mareas verdes con mascarillas tapándole la tos al mundo
rezar antes de dormir se convierte en un gracias generalizado
emoción A se encuentra con emoción B y tosen juntas
la C está en casa más que nunca
sanytol curando las heridas que veremos en aquella brecha global
sectores vulnerables a los que les sube la fiebre,
mamá África ojalá que no lleguen a tu casa con más cobros
ponte el codo en la boca
las ventanas están de boda, juran aplaudir para aprender a vivir
A-B-C- volvamos a comenzar
tiremos la jerarquía como papel higénico
desmontemos la pirámide y reescribamos los derechos
en el cajetín de la sanidad usemos los mejores subrayadores
educación, servicios sociales, ciencia, limpieza, dependientes, hagamos el cajetín más grande, cabíamos todos y lo sabían, lo sabemos, y:
ahora que estás mas limpito mundito de nadie
ahora que sabemos que un bichito puede arrasar como una ola,
volcán de malvasía vuelve a darnos lava de cariño,
la ternura del vídeo de mi abuela ya está en la carpeta Marzo20CORONAVIRUS.
la voz de la presentadora que se emociona con el aplauso de las 8
las 8 limpiadoras rezando por nosotros sin padre nuestro sino con actitud viral de la que no sale en Twitter
creo en las casas que vamos a tener que crear
esta isla sigue su costura, bordeándose ella sola, limpiándose
¿Maspalomas sigues ahí? qué ganas de verte, nos queda un ratito, esperaremos, seguiremos revolviéndonos, leyendo, estando inquietos, otras lloraremos, y sobre todo reíremos porque así nos salvamos de todo los que conocemos la importancia de la parcela feliz al principio del corazón,
pum-pum-pum ojalá volvamos todos a nacer,
ilusa, seguro, creyente el doble,
latido relámpago haz de tu tormenta un sendero con balcones de flores y manteles rojos de cuadritos bonitos
ahí afuera está por salir la primavera
las primeras veces
las primeras oportunidades
los primeros abrazos después de un bicho verde que ha hecho volar a almas azules
📷30.03.20