Decidimos rescatarnos cuando el aire que bebemos es salado, decidimos rescatarnos cuando delante quedan conjugaciones a medias, con una carrera y las medias en las piernas de otra.
Y aplaudo por no llorarte, y por no beberte y quedarme vacía del pasado que sigue siendo, y te nombro en nombre de la rabia, que no es tuya ni mía sino de lo que fuimos.
La misma inicial me hace devolver las mariposas secas que quedaron del ayer, y no te rías de la desgracia de este jardín muerto porque tú duermes en una urna de cristal haciendo el mismo recorrido para no empañarte.
No es esto un ataque a aquel Abril, ni a las vacaciones que se nos quedaron a medio hacer, solo es una torre derrumbada, de arena claro, no es una huida, ni un himno, es una alegría pero de dieciséis letras, no es un plagio de lo que fuimos, ni una sospecha intensa de lo que pudimos ser, porque fuimos, y claro, te pienso y te vas, como esos misiles amantes del 66.
Nací tardía porque pronto ya se había llorado mucho, me quedo aún en la plaza imaginando que tus manos largas puntean las nubes que quedan a medio hacer, a medio estallar, te imagino más de lo que debería como si ya te hubiese enterrado en mis vacaciones mentales. Sé que podrías saltar el muro de Berlín con un acorde, y orar bailando desde lo alto de un cubata, se también que eres ese pie de página que me da miedo, en negrita, bajando el telón por el temor a mi otro yo.
La prisa de mis deseos siempre traicionan a las puertas que dejé barnizadas para no abrirlas más, pero vuelvo a coger ese llavero semilla que me germina, que me come hasta el hueso, y vuelvo a soñar con aviones polares apunto de hacer las paces con mi techo de viento. Chirrían tus murallas cuando me ven acercarme, chirrían mis esperas de polvo, pero ya sabes que hemos dormido sobre cenizas grises siendo color, y es que hemos dormido siendo el refugio de esos pájaros de Manolo, y no pasa nada me digo, y me sigues pasando entre víspera y víspera, como el mejor oficio astral.
Me arrugo por el agua y por la luz, por el infinito que siento a veces tranquila y por las neveras que nos quedan por abrir, porque el dolor cuando se sufre paciente es creciente y no hiriente, y lleno de ies todo el futuro por no ponerle comas de sutura ni risas de desesperación, no sé si estarás en la barra del bar con tus tatuajes multicolor, o llamándote sincera frente al mismo espejo que nos vio ser inmortales, no debería olvidarte nunca, porque a lo ancho has sido el río de esa isla que tanto imaginabas desnuda, y no debería olvidarte porque me perdería herida por alguna pena mañanera traicionando a mis noches de cohetes, a mi archipiélago en forma de dado sumando siempre tus vértices, mis hélices. No es la sombra lo que me hace recordarte sino el vacío que nunca existe cuando redondeo la cicatriz del sur corporal que me hiciste mirando al horizonte, no es el incendio de un desenlace sino la trama de mi desarrollo, he quemado las cenefas de mi cama y me he vuelto a imaginar lila en Octubre entre azules y gargantas agrietadas, he vuelto a volver, ha vuelto a pasar.