Razonablemente la razón debería avanzar con el paso de los años pero creo que crece más el corazón y sus ganas de pasiones e impulsos que la dichosa razón.
Si supiera tocar la guitarra escribiría la canción mas melancólica jamas creada para tus oídos, si supiera tocar el piano mis dedos te dedicarían todos los solos de mis vértices.
Desatadamente toco la guitarra de tus ojos y el piano de tus ilusiones, en silencio como las mejores de las melodías, superpuesta una sobre la otra, a espesas de la mejor partitura de locura por un remitente cuerdo.
Las ganas de nadar por tus venas y ahogarme en ellas para dejar atrás la amargura que salió del limón exprimido y servido en cubitos de hielos junto a la vida, sírvase quien pueda...